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Me agradaría poder
preparar en estos días,
un árbol de Navidad muy especial y colgar, en lugar de regalos,
adornos y esferitas, colocar en él los nombres de todos mis amigos. Los de cerca y los de más lejos. Los de siempre y los que tengo ahora. Los que veo cada dia, y los que me encuentro ocasionalmente. Aquellos a los que siempre recuerdo y a los que a menudo olvido. A los constantes y a los inconstantes. A los de las horas
alegres y a los de horas difíciles. A los que herí sin querer,
y a los que sin querer me hirieron. Aquellos a quienes conozco profundamente, y aquellos a quienes solo conozco por su apariencia. A los que me deben algo y a los que les debo mucho. A los amigos humildes y a los amigos importantes. Por eso los nombro a todos, a todos como amigos, los que han pasado por mi vida. A los que puedan leer éste mensaje y a aquellos que no lo leerán.
Quiero un árbol de raíces profundas, para sea saludables y reistentes y que sus nombres colocados en él, no puedan arrancarse jamás. Un árbol que, al florecer el año que viene, nos repita la ilusión, salud, amor y paz de esta Navidad. Ojalá que nos podamos reencontrar pronto compartiendo nuestros deseos
de esperanza,
y compartiendo algo
de nuestra felicidad con aquellos que lo hayan perdido todo.
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Me agradaría poder
preparar en estos días,
un árbol de Navidad muy especial y colgar, en lugar de regalos,
adornos y esferitas, colocar en él los nombres de todos mis amigos. Los de cerca y los de más lejos. Los de siempre y los que tengo ahora. Los que veo cada dia, y los que me encuentro ocasionalmente. Aquellos a los que siempre recuerdo y a los que a menudo olvido. A los constantes y a los inconstantes. A los de las horas
alegres y a los de horas difíciles. A los que herí sin querer,
y a los que sin querer me hirieron. Aquellos a quienes conozco profundamente, y aquellos a quienes solo conozco por su apariencia. A los que me deben algo y a los que les debo mucho. A los amigos humildes y a los amigos importantes. Por eso los nombro a todos, a todos como amigos, los que han pasado por mi vida. A los que puedan leer éste mensaje y a aquellos que no lo leerán.
Quiero un árbol de raíces profundas, para sea saludables y reistentes y que sus nombres colocados en él, no puedan arrancarse jamás. Un árbol que, al florecer el año que viene, nos repita la ilusión, salud, amor y paz de esta Navidad. Ojalá que nos podamos reencontrar pronto compartiendo nuestros deseos
de esperanza,
y compartiendo algo
de nuestra felicidad con aquellos que lo hayan perdido todo.
¡¡FELIZ NAVIDAD!! 2007
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