Da igual que uno afirme que sólo se fija en las personas de ojos claros, de cabello oscuro o de bocas carnosas. Lo que realmente hace que alguien sea atractivo a ojos de los demás es una cuestión de hormonas. Cuando los niveles de testosterona andan elevados, las mujeres encuentran irresistibles a los hombres muy masculinos, del estilo de los actores Russel Crowe o el nuevo James Bond, Daniel Craig. Ellos, por el contrario, se decantan por las caras femeninas como las de Natalie Portman, Scarlett Johansson o Evangeline Lilly, la protagonista de la serie 'Perdidos'.
La relación entre los rasgos que resultan atractivos y la testosterona la ha averiguado un equipo del Laboratorio de Investigación de caras de la Universidad de Aberdeen (Reino Unido), que por primera vez han estudiado este papel concreto de la hormona. Durante cuatro semanas, los voluntarios que participaron en el experimento rellenaron una serie de cuestionarios sobre sus fisonomías preferidas y tenían que elegir entre dos pares de caras diferentes cuáles les gustaba más.
Asimismo, proporcionaron en cada sesión una muestra de saliva que los investigadores utilizaron para medir sus niveles de testosterona. "Dependiendo del nivel de testosterona, los participantes preferían una u otra cara. Cuando los niveles de la hormona eran altos, los hombres se sentían atraídos por las mujeres muy femeninas y las chicas por los hombres muy varoniles. Pero cuando estos niveles descendían, los gustos cambiaban", ha declarado a la BBC el doctor Ben Jones, uno de los autores de la investigación y psicólogo del centro.
Su compañera de trabajo, la doctora Lisa Welling, afirma que "tendemos a pensar que la atracción se mantiene estable a lo largo del tiempo. Sin embargo, nuestro estudio demuestra que lo que percibimos como atractivo físico se ve afectado por las fluctuaciones en los niveles de testosterona". El hallazgo va más allá de la simple atracción física, ya que se supone que los individuos con los rasgos más marcados de su sexo son los que cuentan con más posibilidades de tener niños más sanos, por lo que la atracción y el deseo hacia ellos tienen también una implicación reproductiva, explican los autores.
El equipo que ha desvelado por qué nos gustan más unas caras que otras es pionero en este tipo de investigaciones sobre la atracción sexual. Hace tan sólo unos días publicaban que la determinación, más que la belleza, es lo que hace que la persona deseada caiga rendida a nuestros encantos. También han descubierto que tanto hombres como macacos se sienten más atraídos por las caras simétricas y que la promiscuidad de una persona se puede adivinar con sólo mirarle el rostro. Y, por si fuera poco, ayudan a la gente a tener éxito a la hora de ligar desvelando que mirar a los ojos y sonreír son armas infalibles.
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