Un nuevo receptor electrónico curvo podría tener varias aplicaciones médicas
Entre sus posibles usos está conformar una retina artificial útil para curar cegueras
La cámara con forma de ojo 'lee' un texto y lo muestra en la pantalla. , Universidad de Illinois
Actualizado miércoles 06/08/2008 20:01
CRISTINA DE MARTOS MADRID.-
Una cámara con forma de globo ocular con una pupila roja. Esa es la imagen que tenemos grabada en la retina del conocido personaje interpretado por Arnold Schwarzenegger en Terminator. Algo parecido es lo que han inventado ahora un equipo de científicos de las universidades de Illinois y Northwestern. El primer paso, apuntan, hacia el ojo biónico y la retina artificial.
La naturaleza es sabia.
La naturaleza es sabia.
Los sistemas de visión de la mayor parte de los animales tienen una disposición curva, que reduce enormemente la distorsión de las imágenes. Los inventos humanos, como las cámaras fotográficas o de vídeo, se basan, por el contrario, en mecanismos planos lo que obliga a crear complejos sistemas para lograr una imagen lo más nítida posible, sin aberraciones.
Lo que estos investigadores presentan en la revista 'Nature' es, precisamente, la tecnología que permite saltar de un receptor plano a uno curvo. Se trata de un hito de la electrónica que ha roto la barrera de las dos dimensiones. La primera demostración de su uso es un impactante ojo biónico.
Para fabricarlo, los investigadores cogieron una matriz de detectores interconectados entre sí y dispuestos sobre silicona, lo que se denomina 'wafer' (en inglés, barquillo) por su parecido con este dulce. El primer paso fue crear una membrana de goma con forma hemisférica y estirarla hasta lograr que se aplanara completamente. Entonces, extrajeron los detectores de su soporte y los dispusieron sobre la membrana.
Al liberar la tensión que mantenía la goma plana, ésta retomó su forma hemisférica primitiva y los detectores se desplazaron para acoplarse a la nueva disposición. Después añadieron una lente y todo se introdujo en una estructura de cristal con forma de globo ocular. La cámara resultante debe conectarse a los dispositivos electrónicos externos para que funcione.
"Hemos construido, por primera vez en la historia, cámaras que van más allá de la limitación de las dos dimensiones que supone la tecnología de semiconductores tipo 'wafer' [finas obleas fabricadas en materiales como el cristal de silicona empleadas en la construcción de circuitos, etc.]", ha explicado a elmundo.es John Rogers, profesor de Ciencia de Materiales e Ingeniaría en Illinois.
Rogers, director del trabajo, afirma que "su sistema de ojo electrónico, que posee el tamaño y la forma de uno humano, representa un avance fundamental en los sistemas de imagen digitales, con resultados que superan los obtenidos con dispositivos bidimensionales u ópticos de bajo precio".
La idea de extraer componentes electrónicos planos de la superficie de un semiconductor rígido y trasladarlos a un soporte curvo es toda una revolución en este campo. Las posibilidades que se disponen en el horizonte, infinitas. "Este trabajo es un paso hacia adelante en el campo de la biónica y la visión artificial. Los autores presentan una técnica optoelectrónica [unión entre óptica y electrónica] novedosa que abrirá nuevas vías de investigación y permitirá la construcción de sensores con formas curvilíneas complejas, y que podrán ser utilizados en diversos ámbitos, entre los que destaca el desarrollo de una retina artificial que algún día pueda devolver la vista a pacientes con determinados tipos de ceguera", ha declarado a este medio José Manuel Carmena, profesor del departamento de ingeniería eléctrica y ciencias informáticas de la Universidad de California, Berkeley.
De momento, Rogers y sus colegas están dedicando gran parte de su investigación a la aplicación de sus hallazgos en la medicina, donde cree que ganará una gran relevancia. "Estamos colaborando, por ejemplo, en la integración de estos sistemas electrónicos en la superficie del cerebro o del corazón, tanto para monitorizar sus funciones como con fines terapéuticos", según ha explicado Rogers.
Lo que estos investigadores presentan en la revista 'Nature' es, precisamente, la tecnología que permite saltar de un receptor plano a uno curvo. Se trata de un hito de la electrónica que ha roto la barrera de las dos dimensiones. La primera demostración de su uso es un impactante ojo biónico.
Para fabricarlo, los investigadores cogieron una matriz de detectores interconectados entre sí y dispuestos sobre silicona, lo que se denomina 'wafer' (en inglés, barquillo) por su parecido con este dulce. El primer paso fue crear una membrana de goma con forma hemisférica y estirarla hasta lograr que se aplanara completamente. Entonces, extrajeron los detectores de su soporte y los dispusieron sobre la membrana.
Al liberar la tensión que mantenía la goma plana, ésta retomó su forma hemisférica primitiva y los detectores se desplazaron para acoplarse a la nueva disposición. Después añadieron una lente y todo se introdujo en una estructura de cristal con forma de globo ocular. La cámara resultante debe conectarse a los dispositivos electrónicos externos para que funcione.
"Hemos construido, por primera vez en la historia, cámaras que van más allá de la limitación de las dos dimensiones que supone la tecnología de semiconductores tipo 'wafer' [finas obleas fabricadas en materiales como el cristal de silicona empleadas en la construcción de circuitos, etc.]", ha explicado a elmundo.es John Rogers, profesor de Ciencia de Materiales e Ingeniaría en Illinois.
Rogers, director del trabajo, afirma que "su sistema de ojo electrónico, que posee el tamaño y la forma de uno humano, representa un avance fundamental en los sistemas de imagen digitales, con resultados que superan los obtenidos con dispositivos bidimensionales u ópticos de bajo precio".
La idea de extraer componentes electrónicos planos de la superficie de un semiconductor rígido y trasladarlos a un soporte curvo es toda una revolución en este campo. Las posibilidades que se disponen en el horizonte, infinitas. "Este trabajo es un paso hacia adelante en el campo de la biónica y la visión artificial. Los autores presentan una técnica optoelectrónica [unión entre óptica y electrónica] novedosa que abrirá nuevas vías de investigación y permitirá la construcción de sensores con formas curvilíneas complejas, y que podrán ser utilizados en diversos ámbitos, entre los que destaca el desarrollo de una retina artificial que algún día pueda devolver la vista a pacientes con determinados tipos de ceguera", ha declarado a este medio José Manuel Carmena, profesor del departamento de ingeniería eléctrica y ciencias informáticas de la Universidad de California, Berkeley.
De momento, Rogers y sus colegas están dedicando gran parte de su investigación a la aplicación de sus hallazgos en la medicina, donde cree que ganará una gran relevancia. "Estamos colaborando, por ejemplo, en la integración de estos sistemas electrónicos en la superficie del cerebro o del corazón, tanto para monitorizar sus funciones como con fines terapéuticos", según ha explicado Rogers.
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